domingo, 7 de abril de 2013

¿PALILLOS O BOSQUES EN CHINA?


Al hablar o escribir sobre China los números asombran y a veces preocupan. Los asuntos más pequeños pueden crecer de manera insólita y desproporcionada para terminar convirtiéndose en cuestiones enormes. Tal es el caso de los palillos y su repercusión en el ambiente. Los palillos son utensilios infaltables, a la hora de comer, en las mesas de China. La voz de alerta la dio recientemente el Ministerio de Comercio al imponer restricciones con el fin de reducir y controlar el uso de los palillos descartables y aconsejó a los restaurantes que prioricen la utilización de palillos reciclables o que comiencen a emplear palillos de plástico.


Los 1400 millones chinos utilizan y descartan 45000 millones de pares de palillos por año o 130 millones por día. Los palillos se fabrican con madera de abedul o álamo, en menor cantidad con bambú porque es más caro.  Se necesita talar entre 20 a 25 millones de árboles por año para atender a la demanda de la industria y para que no falten los palillos en las mesas a la hora de comer. Calculando una densidad de 500 árboles/ha representa 40000 ha/año de bosques y más de 100 ha de tala de bosques diarios.

China es así, con enormes contradicciones. En una salida anterior escribí “Gobi, el desierto de Mongolia” para comentar la titánica tarea que emprendieron para plantar una gigantesca cortina rompevientos de 7000 km, la gran muralla “verde”, esto logró los mejores comentarios por parte de la FAO. En otro escrito, que titulé “Hay más de una China” comenté que China es acusada por una ONG britànica de comercio ilegal de madera por sus compras de madera en países de África que no tienen ningún control sobre la tala de sus bosques. Pero, allí también señalé que los chinos disponen del CFCC (China Forest Certification Council) el organismo certificador de su madera.

El año pasado las aguas del río Yangtze, también conocido como “canal de oro” se tiñeron de rojo. Esto sucedió al suroeste de China, cerca del gran centro industrial de Chongqing. Las autoridades ambientales atribuyeron el fenómeno a la contaminación industrial y a las inundaciones. Fenómenos como el descripto, en otros lugares del mundo, son llamados “mareas rojas” y se adjudican a la proliferación de algas rojas.

Volviendo a los palillos, el gobierno chino y algunas ONG buscan alternativas para educar a la población a que lleven sus propios palillos a los restaurantes para evitar el uso desmedido de palillos desechables. Que el gobierno haya tomado medidas de correctivas es una buena noticia y también que China siga siendo el país con más bosques cultivados del mundo.
También es cierto que en otros tiempos y otras mesas, había menos bocas y los palillos chinos eran de plata.

FUENTE:

(El articulo aquí publicado es de autoridad de Rafael R. Sirvén, escrito en su blog con su respectivo link arriba de esta descripción.)

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